Hace unos años quería
hacer una rumba llamada "Bulería",
pero no me funcionó porque ya existía.
Entonces pensé que podría
copiar a los genios de la casquería
para hacer una canción y así triunfaría.

Podría estreñirme como Sergio Dalma
para mostrar intensidad,
podría aflamencarme un poco para que parezca
que estoy sufriendo de verdad,
podría también meter versos enormes
de métrica absurda y con ritmo deforme,
como hace Alejandro en todas sus canciones:
Aprieta palabras a saco estirando compases para que le quepa
toda esa basura que el muy mamporrero nos quiere endiñar,
y solo calla cuando tiene que respirar.

De todos ellos he aprendido
para hacer este estribillo:

La canción del bajón es un tema en Re menor
con un do mayor que vuelve.
Así te la canto yo, la mandangodepresión
porque la bajona vende.
Aaaayaaaayaaaayaaaayaaaaayaaaaaaaaay,
Y ahora grito un poco más
para pasar a otra estrofa.

Me puse a pensar en cosas bajoneras
que me pudieran ayudar:
Pagar el rodaje, vestirse de traje,
la cita de un tacto rectal.
Después me dí cuenta que mis maestros
lo hacían mucho mejor,
usando la mina mezquina y ladina
de hablar siempre del desamor.

No soy tonto, ya lo pillo
remodelo mi estribillo:

La canción del bajón, vuelve conmigo mi amor
o mi vida es puta mierda.
Te lo pido por favor, ven y apaga este calor
que me nace en la entrepierna.
Noo-n-noo-n-noo-n-noo-n-noo-n-nooooooo no,
no me aplaudan todavía
porque ahora viene la Coda.

Hace unos años quería
hacer una rumba llamada "Bulería",
pero no me funcionó porque ya existía.